Hemos vuelto!!! Y no porque nos hayamos ido de vacaciones, es que con este verano tan maravilloso que estamos teniendo en Galicia no hemos parado en la tienda con la moda de baño, y llegados a este punto creo que ya podemos confirmar una tendencia que en años anteriores ya se venía intuyendo.

EL BAÑADOR HA VUELTO!!!

Muchas pensareis que no digo nada nuevo, pues este retorno es algo que llevaba mucho tiempo anunciándose en revistas y blogs de moda, pero todos sabemos que si la moda es caprichosa, la sociedad lo es más y no siempre triunfan las tendencias que desde este mundillo de la creación nos quieren imponer.

Pero puedo asegurar con las estadísticas de ventas de este verano que el bañador es la prenda estrella de la época estival, y no me extraña, no hay mas que ver los modelos que las principales firmas de referencia sacaron esta campaña. Y puedo aseguraros que los de la temporada Primavera-Verano 2017 no tienen nada que envidiarles.

He de decir que incluso yo, que siempre he sido una defensora convencida del bikini, he sucumbido a los encantos del bañador.

La primera máxima a la hora de ver con nuevos ojos esta prenda, que casi todas las mujeres de mi generación dejamos olvidada en el cajón de la infancia, es desechar la idea de comprar un bañador solo porque tenemos algo que esconder o “tapar”. El bañador ha vuelto para enseñar, ser visto y lucir sobre todo tipo de cuerpos.

Segunda idea a dejar en el olvido, identificar el bañador con una prenda de “vieja”. La moda de baño no tiene edad y nosotras hemos vendido con la misma naturalidad bikinis a mujeres de 80 años, como bañadores a las de 20. No importan los años ni la talla, lo único realmente importante al comprar un bañador o bikini, es que te haga sentir bien. Y en estas últimas campañas hemos comprobado lo joven, moderno y estiloso que puede resultar el bañador adecuado.

Otro punto a favor es su versatilidad a la hora de abandonar las playas y piscinas y convertirse junto con tus pantalones o falda favoritos en la mejor prenda para disfrutar de las horas de ocio y terrazas veraniegas.

Así que ya sabéis, el bañador ha vuelto con fuerza y unos diseños que enamoran incluso a la más escéptica como yo. Que se quede, depende de vosotras.