Ya empezamos con las campañas navideñas, y si la Navidad es la época más mágica del año, para las tiendas es  (o lo fue) si no la más, una de las más felices.  No quiero engañar a nadie nos encanta vender, es nuestra razón de ser.

Por este motivo las campañas de publicidad son más agresivas en esta época del año, sobre todo las de las grandes áreas comerciales, y este es el motivo de mi post.

Porque no os podéis imaginar la cara que se me quedó al escuchar en la radio un anuncio del más veterano de los centros comerciales, en el que decían de forma muy ceremoniosa que envolverían ¡GRATIS! tus regalos de Navidad. Me imagino (no lo puedo asegurar porque no soy clienta de este establecimiento) que dicho envoltorio será con el papel promocional de la casa.

En ese momento mis recuerdos empezaron a navegar por todos esos momentos que pasamos junto a nuestra madre eligiendo papeles de regalo, por la ruta que mi hermana y yo nos hacemos al acercarse estas fechas, por papelerías y tiendas de decoración buscando detalles con los que adornar los regalos que salen de nuestra tienda. De las horas que cada año pasa mi hermana creando y montando lazos o adornos especiales, para que nuestros paquetes sean un elemento más de decoración en cada árbol.

Y todo esto sin que nunca se nos hubiese ocurrido promocionar este hecho como un valor añadido a nuestra oferta.

Tengo que decir que siempre hay clientas, muchas en realidad, que nos felicitan y agradecen nuestra dedicación a la hora de presentar los regalos.  Es por ellas, y por sus muestras de afecto y aprecio hacia este trabajo, que seguiremos intentando que cada regalo comprado en Lilas sea especial, por dentro y por fuera.